martes, 15 de diciembre de 2015

Sin miedo

Un año hace de mi última entrada en éste, mi queridísimo blog. No sé si se sigue utilizando, si la gente lo visita o si los blogs han ido pasando a mejor vida a favor de las redes sociales. Sea como sea, me sigue gustando escribir, aunque no lo haga a menudo. Así que voy a ello.

Se acerca una de las fechas más ansiadas por mi desde 2011, las elecciones generales en España. Tal y como pronosticaba este vídeo de "El Intermedio", hemos resistido estos cuatro años de gobierno del PP. Resistido con todas nuestras fuerzas, contra viento y marea... Y marea ha habido, ¡y mucha! 



Hemos sobrevivido a los mayores recortes en prestaciones y servicios sociales de la historia de nuestra democracia, a subidas del IVA, recortes en becas y ayudas, en investigación, en... En fin. Y para qué seguir ahondando en el tema. Ya se ha escrito mucho sobre ello. Creo que estas elecciones son decisivas para nuestro futuro, quizás sean las más importantes de nuestra historia reciente. Por ello, debemos votar sin olvidar todo lo vivido, sin perder de vista que nuestra situación es fruto de una política aberrante (nacional e internacional), que no tiene en cuenta el bienestar del ciudadano. 

Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención de un tiempo a esta parte es la falta de solidaridad, o mejor dicho, falta de empatía entre congéneres. La sensación que tiene uno es que el refrán "ande yo caliente, ríase la gente" ha adquirido toda su dimensión desde que estalló la crisis en 2008. Quien ha conservado su puesto de trabajo (aunque trabaje más, y le paguen menos), simplemente piensa: virgencita, ¡que me quede como estoy! Mientras le importa un soberano pepino lo que le ocurra al resto de gente de su entorno. Tal vez, con donar dos euros a Unicef con un SMS ya limpia su conciencia. Al menos es lo que yo personalmente estoy viviendo con amigos y conocidos. Ahora más que nunca las opciones conservadoras de enquistan, aduciendo miedo a lo nuevo, a lo desconocido, al qué pasará si... 

Por eso yo escribo desde la ausencia total de miedo. Ausencia de miedo a opinar, a hablar, y a expresar mis ideas públicamente. Sin miedo, se es libre. Porque quien no tiene nada que perder, solo tiene cosas por GANAR. 

Sed felices, y a votar.


miércoles, 10 de diciembre de 2014

Adiós 2014

Un año más se nos va. El 14 ha sido un año más de la crisis, del desempleo, de la ineptitud del gobierno, del ébola, de la corrupción, de la mangancia, de los banqueros, de los políticos chorizos, del sistema podrido y corrupto que nos maneja como barcas en el mar, sin vela ni timón... Muchas veces me pregunto cómo verán ésta época que nos ha tocado vivir en el futuro... ¿lo llamarán los oscuros años 10? ¿el fatídico inicio del siglo XXI? ¿la década del horror? En fin, de nada sirve hacer estas especulaciones. Así que ante el esperpento que estamos viviendo los españoles de principios de siglo, me he dedicado a recopilar lo que a lo largo del año nos ha ido sacando alguna que otra sonrisa, que es lo que cuenta.

Como estaba hablando de corrupción, voy a empezar hablando de La Pantoja, famosa tonadillera andaluza, viuda de España y madre de DJ Kiko Rivera (también conocido como Paquirrín, pese a su más que dudoso parecido con la saga Rivera). Y es que La Pantoja, ha pasado de mostrar sus "Dientes, dientes, que es lo que les jode" a comerse las uvas entre rejas. La cárcel la esperaba, y tras un tiempo en el que nos tuvo a todos en ascuas ¿entrará?, ¿no entrará?. Pues entró. Y ahora voy de una mujer barbuda, a otra.




Porque la televisión nos ha dado también otros momentos dignos de recordar. ¿Cómo olvidar el triunfo de una mujer con barba en el Festival de Eurovision? Ojiplática debió quedarse más de una al ver esta nueva versión de ganadora. Aunque hay que recordar que este fenómeno del travestismo con barba existe desde que el mundo es mundo. Aunque en 59 ediciones de Eurovision nadie haya tenido las agallas de subirse así al escenario. Bueno sí, lo hicieron las coristas de Francia en el año 2008, pero nadie se escandalizó. Es curioso, si son muejeres las que se ponen barba, no pasa nada. En cambio si es un hombre, travestido de mujer, todo el mundo se escandaliza. Qué curiosa la especie humana. Aquí os dejo los dos vídeos. Las barbas están de moda.






Otro de los fenómenos del año han seguido siendo las redes sociales. Tal vez, la más popular a día de hoy por su inmediatez y por la no necesidad de acompañar de texto a las imágenes, sea Instagram. En gran medida refleja los valores de la sociedad actual: Poco contenido escrito, inmediato, y muy, muy visual. Cualquiera puede mostrarnos lo guay que le va en su día a día, tomando café en el sitio más chic de la ciudad, cuando realmente está en su casa el 99% de su tiempo, comiéndose los mocos de parada desgraciada. Pero no voy a entrar en ese tema más. A mí lo que más me gusta de Instagram es seguir a perfiles de gente que se dedica a dos cosas:  1 - Subir fotos de obras de Arte y Museos, y 2 - Fotos y vídeos que hacen reír. En este último grupo se encuentra uno de mis perfiles favoritos, se llama @esunescándalo y recomiendo encarecidamente su seguimiento. Se trata de un perfil que recopila los mejores momentos de nuestra historia televisiva y de los personajes patrios. Sin desperdicio. Créanme. 




Pero volviendo a la tele, para mí, ha habido otro programa que ha conseguido que cada domingo me pegue al televisor como hacía años que no me ocurría. Se trata de Cachitos de Hierro y Cromo. Un programa musical y documental, donde se rescatan joyas del archivo de RTVE y se nos muestran semana tras semana con una temática común. Todo hilado y con una presentación digna. Vaya, que es algo que uno jamás habría esperado de TVE. Aunque he de decir que ya me sorprendió Alaska y Coronas (anteriormente Torres y Reyes), también en La 2 de TVE. De su última temporada me quedo con las bandas sonoras que amenizaban el programa, de la mano de Pepino y Crawford (creo que a esta pareja también la podéis seguir en Instagram, pero vamos, eso ya lo buscáis vosotros). Aquí os dejo las respectivas webs:









Y para terminar con este post, lleno de arte y poderío (no podía ser de otra manera para despedir el año), comparto un nuevo descubrimiento, que aunque ya tiene tiempo, para mí ha sido una aparición reciente: Carmen La Hierbabuena, según ella misma: flamenca de día, gótica de noche. Os dejo ardiendo.




Terminad bien el año, y sed felices. Para el año que viene quiero tener muchos escándalos que publicar en éste, mi queridísimo blog (como diría Esperanza Gracia, - que por cierto, también usa twitter para dar sus predicciones-), aunque lo tenga en barbecho durante largas temporadas. ¡Hasta pronto!









miércoles, 19 de febrero de 2014

Nube negra






Hay personas que son nube negra. El término me lo ilustró el otro día una buena amiga y mejor artista, cuando le comenté que mi capacidad de soportar a otra de nuestras amigas estaba llegando a límites insospechados. Me considero una persona paciente, pero este tipo de personas son capaces de colmar la paciencia de cualquiera. Se trata de personas que sólo saben ver la parte negativa de las cosas, y su capacidad es inusitada y extremadamente contagiosa, saben hacerlo partiendo desde las más pequeñas cosas. ¿Que hay cola cuando vas al paro? Pues eso se convierte en tragedia nacional. ¿Que vas al banco y resulta que el cajero no ha tenido el día? Pues eso se eleva a drama internacional. Todo ello va seguido de más 100 mensajes de whatsapp que no llevan a ningún sitio, a conversaciones de Skype capaces de alterar al mismísimo Gandhi, ¡ah! y si la nube negra decide tener una cita en persona es ya catástrofe nuclear. Unido a la obligación de tener que hacerle caso siempre que ésta persona lo decida, sea cual sea el medio elegido para ello.



Es normal que todos tengamos momentos de oscuridad mental, y más en las circunstancias que estamos viviendo... Pero de ahí a convertir la vida en un drama continuo hay un trecho. De hecho, comprendería que alguien que realmente tiene un problema grave, transmitiera toda esa negatividad, porque la está viviendo de una forma real. Pero lo que no tolero es que esa negatividad se construya a partir de cosas que al menos yo considero nimias y que no nos llevan a ningún sitio, más que a desesperar al supuesto amigo - interlocutor.



De este modo, muchas veces la persona nube negra no concibe otro tipo de amistad que no sea la suya. Así que en el momento en que le planteas tu visión sobre el agobio (y casi acoso mental) al que te somete, reacciona a la defensiva, rompiendo por lo sano la relación, y sumándote a su lista negra de decepciones.

Así que ésta ha sido la manera a través de la cual he pasado a formar parte de una lista negra esta semana. ¡Y todo por decir como me siento! Señoras y señores nubes negras, ¡hagan el favor! Hay mucha diferencia entre tener un problema real y el montaje mental que ustedes se montan con no sé qué objetivo. Seamos conscientes, relativicemos y demos importancia a lo que realmente lo tiene.

¡No quiero nubes negras en mi vida!




lunes, 10 de febrero de 2014

Hace un año, cinco meses y dos días


Hace un año, cinco meses y dos días que no escribo nada aquí, en mi blog personal. Gran parte de la culpa la tienen las redes sociales a las que me he enganchado (lo reconozco), a lo largo de este tiempo. Escribo y  comparto noticias a través de Twitter y Facebook, y me olvido de plasmar con más tranquilidad mis opiniones. Sin duda, esto es algo que nos viene dado por la rapidez en el flujo de información al que estamos sometidos. Es tanta y se produce de una forma tan rápida que no tenemos tiempo ni para sentarnos a escribir un post en un blog, es más sencillo copiar y pegar un enlace y darle a un "me gusta".

En todo este tiempo mi vida ha vuelto a cambiar de forma radical. Dejé atrás una época de sueños y esperanzas, que ha dado lugar a un presente más bien fantasmagórico que no augura nada bueno. ¿Acaso no fue todo un espejismo? Cada vez creo más en ello. Un espejismo bello y cruel a la vez, que me mostró otra vida, otros horizontes, nuevas expectativas. Pero todo ha sido como una falla, de mentira, para pasar el rato, para tener algo que celebrar, o más bien, algo para decorar. 

Sea como fuere, me enfrento a esta nueva etapa desde el desasosiego, la desesperanza, la frustración y el desengaño. Desasosiego por no saber qué nuevo rumbo tomará mi vida, aliñado con un poco de desesperanza y frustración al no ver ningún fruto tras años de esfuerzo y trabajo, y sobre todo desengaño, el ingrediente principal de mi suculento plato principal. 

Desengaño, entendido como salir del engaño o error en el que se estaba y su efecto en el ánimo. En mi caso, me engañé pensando que mi nueva faceta laboral iba a ser algo estable, duradero, sentado sobre unas bases sólidas, tanto por mi formación como por mi experiencia. Sin embargo, todo fue según lo previsto por el BOE. Llegados a las fechas oportunas, te ves de nuevo en la calle, con mucha más experiencia que antes, pero en definitiva en la calle. 

¿Sirve de algo una formación académica con una especialización muy concreta en España? Para mí, obviamente no. Una anécdota: Cada vez que bajaba en el metro de Ciudad Universitaria, en Madrid, tenía la sensación de que los jóvenes españoles están viviendo una burbuja paralela a la inmobiliaria. ¿Dónde se va a meter tanta gente con estudios superiores, si desde 2008 no hemos conseguido un empleo de calidad y estable ninguno de nosotros? Y mientras tanto, las Universidades y el Estado subiendo cada vez más las tasas por estudiar, en lugar de informar de las posibilidades de inserción laboral en la vida real.

Mi consejo es no estudiar, o mejor dicho, no estudiar a nivel académico o formal. Y si uno decide hacerlo, debe ser consciente de las limitaciones de la inserción en el mercado laboral de nuestro país. Uno puede saber más por lo que lee y estudia por su cuenta en su casa que por lo que le cuenta un profesor de Universidad, que muchas veces rozan el patetismo. Somos miles de licenciados, ingenieros, arquitectos y diplomados, que no tenemos donde caernos muertos. Literalmente. No sé qué sería de nosotros si no tuviéramos una familia detrás que nos mantiene. El futuro de nuestro país no es ni la innovación, ni la investigación, ni la cultura, ni la educación. El futuro de España es atraer turistas y seguir con la construcción, y nosotros a ser obreros, camareros, dependientes, basureros, y si tienes suerte, político corrupto o marido de una Infanta. 

¿Hace falta para eso tener estudios superiores? Obviamente no. Yo, por mi parte, siento que estoy perdiendo el tiempo, echando a perder mi vida por haber nacido en este país. Un país que no valora lo que tiene, capaz de pagarte durante años una formación para que luego tengas que irte al extranjero a trabajar en un puesto acorde a tu formación o te pudras de asco en tu casa. 

Ay, ¡qué a gusto se queda uno!




domingo, 12 de agosto de 2012

London 2012




Son ya estos los segundos Juegos Olímpicos que se celebran desde que existe este blog. O lo que viene a ser lo mismo, este blog existe ya a lo largo de casi dos Olimpíadas. (Recordemos que una Olimpíada es el tiempo que transcurre entre unos juegos y otros, y cuya duración es de cuatro años). De este modo, esta noche entraremos en la XXXI Olimpíada de la Era Moderna, y Río de Janeiro recibirá de las manos de London la bandera olímpica.

Por suerte o por desgracia, según se mire, éstos han sido los juegos a los que más atención he prestado, ya que por primera vez en mi vida ya no soy un tierno estudiante que debe prepararse para septiembre, y por otra parte, en estos meses estoy en el enorme grupo del desempleo español, donde se pudre de asco más del 50% de la juventud española. Digamos pues, que he disfrutado de tiempo libre para ver, y volver a ver, y re-volver a ver los partidos, carreras, actuaciones, etc. de casi todas las modalidades deportivas que se han emitido por la televisión pública y a través de Internet.




Lo primero que me sorprendió fue el desfile de los países participantes en la Ceremonia de Apertura (hay que ver cómo me recuerda este acto a Eurovisión). Aparte de lo infumable de su duración, me alegró ver que la mayoría de los abanderados era mujeres, incluso en países donde actualmente siguen estando discriminadas legalmente. Ojalá no se quedara sólo en una imagen de modernidad impuesta por el COI, y se trasladara a todos los países la necesidad de potenciar la igualdad entre los seres humanos independientemente de su sexo. Ojalá. Pero bien, para empezar, está muy bien. 
Ah, y también merece una mención la originalidad y el simbolismo del pebetero, formado por los pétalos llevados por los niños que acompañaban a cada uno de los países, cuya unión dio lugar a un pebetero único.




Lo siguiente que me llamó la atención en la mencionada ceremonia fue la propia gala audiovisual, donde los británicos hicieron gala de todo su poderío cultural. Básicamente le dijeron al resto del mundo de todo lo que han sido capaces desde 1948, cuando celebraron sus últimos juegos. Nos mostraron su potencial musical, literario y cultural en general durante el último siglo, la creación de Internet, el desarrollo de su Sistema Nacional de Salud, etc. Incluso apareció en escena Paul Mc Cartney tras el encendido del pebetero olímpico. ¿Os imagináis qué podría ofrecer España si fuera el país anfitrión? A mi me cuesta mucho encontrar figuras españolas internacionalmente reconocidas, ¿y a vosotros?

Y retomando el tema de la participación de la mujer, la delegación española ha cosechado un total de 17 medallas, de las cuales 11 han sido obtenidas por mujeres. Bravo. Y más bravo todavía para todos aquéllos que han conseguido su medalla para los deportes minoritarios, como son la vela, el piragüismo, el taekwondo, waterpolo o lucha. Estos deportistas, de los que solamente se habla el día en que compiten en los juegos, o cuando consiguen una medalla en nombre de España, merecen un mayor reconocimiento por parte de las autoridades, de los medios de comunicación y de la sociedad en general. 




También es digno de admirar que la televisión pública haya dedicado casi toda la programación íntegra de su principal canal a retransmitir los juegos. Al menos nos ha ayudado a desintoxicarnos de las palabras "crisis" y "recortes", que ya retruenan en nuestros oídos como el pan nuestro de cada día. Y por cierto... tal y como está la situación... Menos mal que no se adjudicaron los juegos a la candidatura de Madrid 2012, ¿verdad?. No sé cómo se hubiera enfrentado nuestro maltrecho país a tal gasto, a la vez que nos recortan hasta en medicamentos. No, no lo quiero ni pensar.




Sin embargo, hay algo que prevalece frente a todas estas cosas mundanas a las que estoy haciendo referencia. Hay algunos que lo llaman espíritu olímpico. Yo creo que va más allá de esas dos palabras. Creo que son una serie de valores que trascienden más lejos del deporte, y con los que parte de la sociedad es capaz de identificarse. Es por ello por lo que somos capaces de emocionarnos viendo a nuestros deportistas subidos al podio. Son la viva imagen de la superación, el trabajo, la constancia, el esfuerzo, el sufrimiento y las ganas de crecer y ser mejores cada día. ¿Acaso no es eso la vida? 

¡Hasta pronto!

jueves, 26 de julio de 2012

Los otros museos

Cuando hablamos de museos, enseguida nos vienen a la cabeza los nombres de los más famosos museos de nuestro país, como el Museo del Prado, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, o si somos algo más internacionales, el TATE de Londres o el Museo del Louvre de París. Sin embargo, existen toda una serie de museos en nuestro país que pese a su desconocimiento en el público general, son básicos para conocer nuestro pasado, nuestra sociedad y nuestra cultura. 




Voy a centrarme en un par de museos que me han sorprendido gratamente este año. El primero de ellos es el Museo Cerralbo. Se trata de un Palacio situado en pleno centro de  Madrid, junto a la Plaza de España. Su visita es altamente recomendable, para conocer la forma de vida de la alta sociedad del siglo XIX, recorriendo sus salas y habitaciones. Entre ellas cabe destacar el maravilloso Salón de Baile, realmente espectacular por sus pinturas y decoración. Al menos, es la sala que más me impactó de la visita. Si tenéis oportunidad de pasar por Madrid no dejéis de visitar este museo, sin duda imprescindible tanto por el continente como por el contenido, donde destacan gran cantidad de obras de arte, mobiliario, objetos suntuarios, cerámica... que abarcan un período extraordinario: desde la antigüedad hasta nuestros días.

Podéis encontrar toda la información relativa a este espacio en la siguiente web: Museo Cerralbo.



En segundo lugar, quiero hablar del Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias, que se encuentra situado en el centro de la ciudad de Valencia. Se trata de una casa - museo, al igual que el museo anteriormente mencionado, donde se expone una gran colección de piezas cerámicas desde la prehistoria hasta nuestros días. Además, se exhiben las salas del Palacio del Marqués de Dos Aguas, muchas de ellas con mobiliario original, digno de ser admirado. Del mismo modo que las pinturas murales, azulejos cerámicos, suelos, tapices, esculturas y distintas obras pictóricas, que nos ayudan a entender la importancia de la cerámica a lo largo de la historia, así como conocer el modo de vida y costumbres de la antigua burguesía valenciana.

Para más información podéis consultar la web: Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias





miércoles, 18 de julio de 2012

Los políticos y el Patrimonio Cultural

Hacía bastante tiempo que no encontraba una motivación lo suficientemente fuerte como para actualizar el blog. Después de días escuchando recortes, ajustes, bajadas de sueldo y subidas de impuestos, he encontrado hoy por fin un tema que me interesa, y sobre el que me gustaría compartir mi visión con todo el mundo. 

El tema en cuestión no es otro que el que da título a este post: La relación entre la figura del político y el Patrimonio Cultural. Dos son los hechos que me han llevado a escribir hoy: En primer lugar, mi reciente visita a la Plaza Redonda de Valencia; y la segunda: El cambio de la festividad de San José, que pasa del día 19 al tercer lunes de marzo. 

Voy a centrarme en el primer punto. Para todo aquel que no haya tenido la oportunidad de visitar el centro histórico de la ciudad de Valencia, hay que destacar que la Plaza Redonda fue desde mediados del siglo XIX un punto de encuentro para el comercio de la ciudad. Y cuando digo comercio, no me refiero al habitual, sino a uno mucho más genuino y pícaro: el estraperlo y el intercambio. Siempre fue un lugar en el que poder encontrar casi cualquier tipo de objeto nuevo o de segunda mano, animales, plantas, telas, hilos, objetos cerámicos, etc. Su declive comenzó en los años '90, cuando el Ayuntamiento de la ciudad comenzó a ahogar las costumbres que mantenían viva la plaza, a través de nuevas ordenanzas municipales. Supongo que en su día, los diligentes (que actualmente siguen siendo los mismos, o sus hijos, sobrinos...) pensaron: démosle tiempo, morirá sola. Y así ha sido. En pleno siglo XXI ha caído en las garras de la neo-restauración valenciana. Dícese de aquélla que en lugar de restaurar, reconstruye, reinterpreta y reinventa. Y lo que yo pienso es: ¿Existen informes de técnicos en Conservación del Patrimonio Cultural? En caso afirmativo, ¿no cumplen con su función, o es que es finalmente el político el que decide cómo actuar sobre el bien patrimonial a motu propio? Son todas las preguntas que a uno le vienen a la cabeza al observar el avance de la actuación sobre la plaza. Aquí podéis ver una imagen que vale más que mil palabras.




Ahora desarrollaré el segundo punto que anteriormente avancé. Tal y como señalé, todo indica que se traslada la celebración de la fiesta por excelencia de la ciudad de Valencia (y de gran parte de la Comunidad Valenciana) al tercer lunes de marzo. La pregunta que me suscita la situación algo irreal que hemos vivido hoy es: ¿Es legítimo que un único representante político tome una decisión que afecta tan profundamente al Patrimonio etnológico e identitario del pueblo al que representa? ¿Hasta qué punto la figura del político electo democráticamente tiene poder para tomar este tipo de decisiones sin someterlas a referéndum? Muchos pensaréis que se trata de un tema de interés menor, frente a la que nos está cayendo encima en época de recesión, recortes y rescates bancarios. Para mi se trata del fruto de una crisis mucho peor, una crisis de valores, que nos impide reaccionar. Si una decisión política unilateral es capaz de cambiar una tradición que se lleva celebrando durante más de dos centurias, y nos callamos... ¿Qué no serán capaces de decidir sobre nuestra vida sin que digamos nada? Creo que éste es un tema para la discusión y la reflexión.




Y sea como sea... ¿estamos entonces ante un sistema realmente democrático y representativo de la voluntad social? Yo lo dudo, ya que mi entorno, mis costumbres y mi forma de vida se ven obligadas a cambiar en contra de mi voluntad. Opinad vosotros mismos. ¡Hasta pronto!

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