Angustia; es la sensación principal con la que me quedo tras haber visto la nueva película dirigida por Pedro Almodóvar: La piel que habito. No voy a hablar de la trama argumental, porque es preferible que acudáis a las salas de cine y os dejéis sorprender por una película capaz de despertar sentimientos encontrados como pocas películas consiguen. Personalmente creo que nunca había salido de una sala de cine afirmando: "Qué mal cuerpo me ha dejado". Sin pensar en una única sensación, como terror, angustia o sorpresa. Más bien el film consigue transmitir una mezcla de todas ellas, a través de una historia que muestra miserias humanas siempre con el amor como telón de fondo.
Tras haber leído alguna que otra crítica, mucho me temo que ésta va a ser una de las películas no entendidas por el público, porque se sale de lo habitual. Y ya sabemos que ése es el precio a pagar al apostar por hacer algo diferente. Aunque para mi, merecen la enhorabuena todos los que han contribuido a la creación de este film. Queda demostrado que para que una película te guste no es preciso poderla enmarcar dentro de un género determinado con un típico final estereotipado. ¡Y conseguir eso ya es mucho!
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